La presencia cada vez más frecuente de visitantes a la empresa y la importancia que hoy se atribuye al enoturismo, que se ha generalizado en los territorios caracterizados por una producción vitivinícola y paisajística de prestigio, enriquecen las bodegas con nuevas funciones que integran las estrictamente productivas y piden una nueva modulación .
Los espacios de visita de las bodegas son un atractivo importante para el turismo enogastronómico o, más en general, para el turismo rural de la zona en cuestión. Para el éxito del proyecto se hace imprescindible una buena integración de los espacios de visita con los operativos, y al mismo tiempo la reducción de la interferencia de la presencia de visitantes en las áreas de proceso.
De hecho, el recorrido del visitante acompañará todo el proceso de producción del vino, incluidas las áreas directamente al servicio de la transformación, a través de recorridos que siguen el ciclo de producción pero que encuentran una ubicación diferente a las áreas frecuentadas por empleados y vehículos.
La cava también está equipada con salas de representación y recepción de visitantes y comunica en ellas los rasgos característicos de su producto. La estrecha relación entre vino y territorio se puede comunicar de manera efectiva en estos espacios si se logra organizar para el visitante una experiencia de percepción del vino, compuesta por información, degustación, disfrute del paisaje, placer.a.